martes, 11 de marzo de 2014

Los Buñuelos de Cuaresma



Tal y como dijimos en otro post, la Cuaresma es una de las etapas más dulces del año. Prueba de ello, es la gran variedad de postres  tradicionales que visitan nuestras mesas estos días tales com los buñuelos, los pestiños, los borrachos, las empanadillas dulces, el arroz con leche, la coca de chicharrones, las tortas de aceite, los roscos fritos o la tradicional Mona de Pascua.

Se supone, que la prohibición de comer carne acentuó el ingenio de las madres de familia para crear postres energéticos y económicos que suplieran la falta de ingesta de esta proteína.

A pesar de la gran variedad de postres comentados y para evitar tener una hiperglucemia, hoy nos centraremos en los buñuelos.

Esta dulce tradicional data en España desde el siglo XVI aunque su origen no se sabe a ciencia cierta. Algunos piensan que el término deriva de la palabra “puñuelo” una especie de bolas que los romanos amasaban con sus puños. Otros creen que la palabra procede del francés “beignet” que es el diminutivo de beigne, ‘buñuelo’. No obstante, quizás forme parte de una de las tantas recetas heredadas de lo árabe.

Aunque los buñuelos adquieren características especiales en función del área geográfica que nos encontremos (así por ejemplo en Catalunya los más famosos son los de viento o los de crema y en Valencia son los de calabazada y se acostumbra a acompañar con una taza de chocolate) la esencia es la misma en todas; una masa de harina que se fríe en abundante aceite.

Receta de los buñuelos de Cuaresma (de crema)


Ingredientes:

Para la masa:
  • 50 gramos de harina
  • 35 gramos de mantequilla
  • 65 ml de leche
  • 1,5 huevos
  • 2 cucharadas de anís seco
  • 1 poco de canela
  • 1 pizca de sal
  • ralladura de limón
Para la crema pastelera:
  • 75 ml de leche
  • 25 gramos de azúcar
  • 10 gramos de maicena
  • 2 yemas de huevo
  • 1/2 rama de canela

Preparación de la crema pastelera
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Ponemos a calentar la leche con la rama de canela y la mitad del azúcar, y mientras tanto en un bol aparte mezclamos el resto del azúcar con las yemas y la maicena. Cuando la leche empiece a hervir, añadimos la mezcla y removemos muy bien con varillas, dando bien en las paredes para que no se pegue, hasta que vuelva a cocer. Retirar y dejar enfriar, removiendo de vez en cuando para evitar que salga corteza. Dejamos enfriar.´

Preparación de la masa.

Ponemos en un cazo a calentar la mantequilla con la leche y una pizca de sal. Cuando empiece a hervir,  retiramos del fuego, añadimos la harina previamente tamizada, y removemos enérgicamente hasta que se separe de las paredes y se quede algo compacta. 

Añadimos las dos cucharadas de anís seco, la ralladura de limón, la pizca de canela, y mezclamos.

A continuación, añadimos un huevo, y removemos hasta que esté totalmente integrado. Añadir la otra mitad del huevo poco a poco.La consistencia que debe quedar, es como la de la crema, aunque algo más líquida. Cuando ya esté listo, añadimos la crema pastelera a la mezcla anterior y removemos.

Ya tenemos la masa para los buñuelos lista. Calentamos una sartén con bastante fondo y mucho aceite (preferiblemente de girasol). Para echar los buñuelos, coger un poco de masa con una cucharita y, con el dedo untado en aceite empujamos y echamos en la sartén.

Los ponemos en la sartén y dejamos que se hagan. Normalmente, cuando ya están listos, se dan la vuelta solos. Cuando los saquemos los ponemos en papel de cocina, para que absorba el aceite.

Antes de que se enfríen, los rebozamos en azúcar o en una mezcla de azúcar y canela.

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